miércoles, 20 de junio de 2007

300. Nunc Dimmittis



Cuando Leónidas decide enfrentar a Jerjes tiene absolutamente todo en contra, excepto a su mujer.

El senado se lo niega; la religión, se lo niega, y frente a todo eso, se enfrenta.

La decisión de Leónidas, diez minutos antes del primer enfrentamiento, es un disparate.

Se decide a enfrentarse por su propio criterio: el senado no quiere, los augures le han negado el ir, pero va a la batalla.

Se ha criado ahí. Es su medio y donde se desenvuelve bien; la "estabilidad institucional" es lo que lo hace rey. Sin embargo, pasa por encima de todas las instituciones.

Eso, va contra él.

La propia educación recibida le lleva a tras haber madurado, ir a la esencia de las cosas: defender la libertad. Aunque tal vez desprecie a los augures los consulta, porque forma parte de su cultura. Y digan lo que digan, hace lo que considera, porque su conocimiento de su propia cultura le lleva a la intuición de que contra todo pronóstico, debe parar a Jerjes.


Sólo sus más fieles le acompañan; sólo su mujer le apoya; eso le basta: el senado le niega, la religión le niega, pero el hecho cultural de haber asumido su cultura y religión le hace ver que es lo correcto, frente a la trama burocrática de la realidad.

Cuando llegan a Termópilas él se confirma si le quedaba alguna duda; los suyos también. Tampoco les quedaron dudas de que iban a morir.

Y siguieron adelante, ni huyeron, ni relativizaron, ni negociaron, ni dialogaron, ni talantearon.

Es lo que es, o la muerte.

Y sabían perfectamente que era la muerte.

Enfrentar con alegría el propio destino y las bofetadas que vas recibiendo es esencialmente duro; pero de ahí tenemos nuestra herencia, vía lenguaje y cultura: difícil de alianzar con la estructura tribal de los herederos de Jerjes, a esta civilización.

Yo me gusta más ser descendiente de estos, de San Pablo, si, también de la inquisición, más que de tuaregs de leyenda sobre caballos blancos en el desierto que después de rodar el anuncio de compresas en su casa matan a palos a su mujer.


Leonidas es el protorrey: asume su propia cultura desde abajo y con convicción; es como su pueblo es; son cultura en estado puro: transmiten a la descendencia, forman parte del sistema, y en el momento de crisis saben lo que hay que hacer, intuitivamente, contra todo pronóstico.

Claro, también es gente que da su vida por su criterio: se les convence o se les vence, pero no se negocia.

Para muchos es tan sólo una película. Y buena además; realmente lograda en crear personajes. A muchos les extrañará, pero las cosas sucedieron, y sucedieron así.

La actitud espartana, de enfrentar la muerte como algo más en el día, con alegría, de saber que va a pasar y seguir adelante sin mayor pesadumbre, la alegría, el no dejarse amilanar por amenazas, promesas, o leyendas, es lo que los hace inmortales: son realmente humanos; nada les turba, nada les espanta. Aprendieron la naturaleza del miedo enfrentándose a su propio miedo.

Y dan su vida por amor.

A la patria, a la libertad.

Consiguieron que no entraran los malos, que floreciera entonces Grecia, y Roma, consiguieron esos que llegáramos hasta aquí con todo lo que ello implica.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Entre esto y un ensayo "erudito" es que el segundo ocuparía más espacio para decir lo mismo (de forma más pesada).

Aquí seguimos, aunque no se nos vea.

o s a k a dijo...

gran post

no puede decirse más

sólo ACTUAR

un saludo


n a c o

Anónimo dijo...

bueno, algo más si que puede decirse. De hecho, lo he echado de menos

¡UA!
¡UA!
¡UA!

El Cerrajero dijo...

Así lo entendemos muchos y así actuaremos, aunque hasta el PP nos deje colgados.

Ignacio dijo...

Que el cerrajero asuma que el pp no sirve para nada, es que la cagada que han pegado es enorme

GFO dijo...

En estos tiempos de Alianzas de Civilizaciones,de poner el orto al enemigo,actitudes y personajes como Leónidas serían tachados de "fascistas" por el tontoprogre de turno.
Defender tu patria,tu religión,tu modo de vida frente a quien pretende arrebatartelo,es una enseñanza básica que esta caterva pretende ignorar.
Afrontar el destino,la muerte,en pie,a puro huevo,es algo que desgraciadamente estos pacifistas de salón y moqueta, no harían jamás.
Ni por ellos,ni por supuesto,por nosotros.

Albiac dijo...

Te ha quedado muy bien caballero. Cada día intento tener más presente la muerte en la vida.

P.D.: Por cierto, tener el apoyo de ese mujerón es un aval importante...